Rejas musicales

Al entrar en contacto con su mística, después de largos tiempos de abstinencia; las palabras no suenan con el mismo acento, y al escribirlas no despiden el significado que la poesía busca desesperadamente...

Casi como una imitación a escala de una mezcla entre Kosovo y la ex Yugoslavia, entre un Irak y unas Malvinas, tanto como un desierto de fantasías, donde las extensas sequías tapan la entrada del sol, Casi como una ciudad donde nunca pasa nada, y cada uno de los factores agregados, solo generan un malestar e incomodidad de las actitudes reprimidas de muchos de sus habitantes....

La fotografía reflejaba el gris atardecer, desde una ventana percudida por el oxido, el vidrio gotea por la diferencia de temperatura que genera una pequeña estufa, Sistema poco complejo que mediante el uso de un combustible, generalmente el kerosén, moja una mecha que será prendida fue emanando además de calor terribles cantidades de monóxido de carbono. Dentro de la pocilga las cosas son diferentes, siempre la cama tendida, los bártulos acomodados, obviamente la bacinilla limpia, y el piso con algunas pasadas de un improvisado escobillan para no lastimarse los pies descalzos con algunas virutas. Las rejas se muestran casi invencibles, hierro con su grosor característico y su pureza endurecedor; la idea de una ruptura ya había expirado de la mente del inquilino.
Cada tanto, una charla con el carcelero, que se encargaba de plasmar detalladamente, los sabores, los olores, los sentidos de la libertad. El soñador, guardaba como fotos en su mente y les agrava música como en un video clip, y pasaba largas horas de su aburrida y rutinaria vida creando. Cada tanto lograba obtener sonidos de las barretas que de acuerdo a su composición y su fabricación a veces al quedar con aire entre medio generan ruidos diferentes. La música se había vuelto una recurrente entre sus compañeros de celdas que últimamente en una especie de recital improvisado le pedían algunos temas y el sin conocerlos, inventaba letras y ruidos con su cuerpo improbando canciones para sus compañeros.
Las cosas habían cambiado...
Cuando su silla estuvo lista, los guardias vinieron a buscarlo y él accedió sin hacer ningún problema, el publico presente no apoyo la moción, los demás presos comenzaron un arreglos coral al unísono, logrando notas jamás escuchadas, uno con habilidades rítmicas, provoco infinidad de sonidos en su celda con tan solo una cuchara y una vara de madera.
La sinfonía fue fabulosa. Se escucho desde todos y cada uno de los rincones de la triste cárcel. El pueblo se paralizo.
Él ya estaba sentado en la silla.
Cuando le preguntaron sus ultimas palabras, el solamente silbó, silbó dos notas musicales.
Al momento de su ejecución, la música generada por los demás reclusos era tan intensa, que no se escuchaba nada mas, sus voces viajaban a través de las diminutas perforaciones para el aire y llegaban hasta el pueblo, donde la gente se reunía en la plaza a escuchar semejante fenómeno, mientras las luces experimentaban el bajo de tensión del uso de la incomparable silla.
Al terminar la función, todo se apago, la gente en silencio regreso a sus casas, los presos volvieron a recluirse en la oscuridad de sus celdas y callaron para siempre.
El cuerpo inerte en una bolsa negra fue llevado al crematorio...






Cúa piñón... gracias

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